¿QUÉ ES EL CIERRE TUBULAR?
El cierre tubular es una técnica para cerrar puntos que crea un borde redondeado y muy elástico sin que quede una costura definida. Se suele utilizar en elásticos de un derecho y un revés y crea la ilusión de que no hay borde ya que parece que el tejido continúa hacia dentro, por ello, es ideal para calcetines, puños, gorros, cuellos, etc.
Visualmente es idéntico al Montaje Provisional Tubular (Provisional Tubular Cast On) y al Montaje Tubular Italiano (Italian Tubular Cast On), así que puedes usar el cierre tubular para que tus prendas queden igual tanto en el montaje como en el cierre. Además, se puede realizar tanto tejiendo en plano como tejiendo en circular pero recuerda que solo es válido para elásticos de un derecho y un revés.
¿CÓMO SE HACE EL CIERRE TUBULAR?
El cierre se comienza dos vueltas antes de la longitud final deseada de la prenda ya que tiene dos vueltas de preparación:
Vueltas de preparación tejidas en plano:
- Vuelta preparación (LD): (D1, dsl1-hDEL) rep hasta el final de la vuelta y gira la labor. Es decir, en esta vuelta tejerás del derecho los puntos del derecho y deslizarás sin tejer los puntos del revés con la lana hacia delante.
- Vuelta preparación (LR): repite la vuelta anterior una vez más por el lado revés.
Vueltas de preparación tejidas en circular:
- Vuelta de preparación 1: (D1, dsl1-hDEL) rep hasta el final de la vuelta. Es decir, tejer del derecho los puntos del derecho y deslizar sin tejer los puntos del revés con la lana hacia delante.
- Vuelta de preparación 2: (dsl1-hTRAS, R1) rep hasta el final de la vuelta. Es decir, deslizar sin tejer con la lana hacia atrás todos los puntos derechos y tejer del revés los puntos revés.
Ya tejidas las vueltas de preparación, corta la hebra con una longitud cuatro veces mayor que la distancia de la circunferencia que vayas a cerrar y enhebra la aguja.
A partir de aquí se trabaja igual tanto en plano como en circular pero hay dos métodos para rematar estos puntos, puedes elegir el que más te guste: reorganizando los puntos y sin reorganizarlos.
Método 1: Reorganizando los puntos
A continuación, debes dividir los puntos en dos agujas. Para ello, desliza el primer punto en una aguja de doble punta o en una aguja circular. Si estás trabajando en circular puedes usar el otro extremo de la aguja. Luego coloca otra aguja de doble punta o circular paralela a la anterior y desliza el segundo punto. Procede de esta manera hasta tener todos los puntos derechos en la aguja delantera y todos los puntos revés en la aguja trasera.
Desliza los puntos al otro extremo de las agujas para tener el hilo más cerca de la punta y proceder al remallado de los puntos. Debes rematar los puntos usando el cierre Kitchener o grafting que, en resumen, es:
- Pasa la aguja por el primer punto de la aguja delantera como si tejieras un revés, sin soltar el punto.
- Pasa la aguja por el primer punto de la aguja trasera como si tejieras un derecho, sin soltar el punto.
- Pasa la aguja por el primer punto de la aguja delantera como si tejieras un derecho y saca el punto de la aguja.
- Pasa la aguja por el segundo punto de la aguja delantera como si tejieras un revés, sin sacar el punto.
- Pasa la aguja por el primer punto de la aguja trasera como si tejieras un revés y saca el punto de la aguja.
- Pasa la aguja por el primer punto de la aguja trasera como si tejieras un derecho, sin sacar el punto.
- Repite los pasos del 3 al 6 hasta que trabajes todos los puntos. Te quedará un punto en la aguja trasera. Introduce la aguja por el punto como si fueras a tejer un revés y remata el cabo.
Método 2: Sin reorganizar los puntos
Comenzamos a rematar los puntos directamente. Te recomiendo coger los dos primeros puntos con un marcador para poder hacer una unión invisible al final de la vuelta:
- Pasa la aguja por el primer punto como si tejieras un revés y lo sacamos de la aguja izquierda.
- Pasa la aguja por el siguiente punto como si tejieras un derecho, sin sacar el punto de la aguja.
- Localiza el punto que soltamos primero (el del paso 1) y pasa la aguja de derecha a izquierda por la pata izquierda de este punto y cogiendo a la vez el segundo punto de la aguja izquierda (que es un derecho) introduciendo la aguja de derecha a izquierda también.
- Pasa la aguja por el primer punto en la aguja izquierda como si fuera un revés y suelta los dos puntos de la aguja izquierda. Recuerda mantener una tensión similar a la que tienen los puntos.
- Repetir los pasos del 2 al 4 hasta que nos queden dos puntos en la aguja. Pasa la aguja por el primer punto como si fuera un derecho y sácalo de la aguja. Localiza el primer punto al inicio de la vuelta (si lo marcaste con un marcador será más fácil encontrarlo) e inserta la aguja como si fuera un revés. Pasa la aguja por el último punto que queda en la aguja como si fuera un revés y sácalo de la aguja. Salta el primer punto en el marcador por detrás y pasa la aguja por el segundo como si fuera un derecho y retira el marcador. Remata el cabo.
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Inspiración
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